Total de visualitzacions de pàgina:

dimarts, 28 d’abril del 2015

UNA IMATGE... ENS FA VOLAR ELS NOSTRES SENTIMENTS.

Una imatge pot endinsar-nos en món meravellós on els mots brollin dels sentiments més profunds.
Aquí un petit recull d'alguns escrits d'aquesta setmana: 

Gràcies nois per deixar-me compartir els vostres escrits!! 





UN SUEÑO, UNA PESADILLA... Y MI VIDA
Por Scarlett (4º ESO)

La nostalgia, la soledad, la angustia, la confusión..., todas estas emociones me habían invadido desde el instante en que aquellos áureos ojos felinos se toparon con los míos.
Entonces, no alcancé a imaginar lo que sucedería en solamente día y medio: la desaparición de mi madre, la única persona que me quedaba en la vida; ser atacada por una especie de demonio, que intentaba acabar con mi vida; y, finalmente, el conocimiento de un mundo al cual pertenecía, mas no tenía ningún recuerdo de ello. Y después estaba él, aquel muchacho que me había salvado de una muerte segura y al que no conocía realmente. Todo en mí me advertía de que no podía confiar en él, que escondía algo detrás de aquella indiferencia que mostraba, que no era seguro permanecer junto a él por más tiempo, no obstante, una voz chillaba en mi interior que no debía separarme de él si quería ver de vuelta a mi madre y retornar a aquella vida normal y aburrida que hacía unas horas tanto me disgustaba.
Me sentía perdida, en una pesadilla sin final. De repente, Jace, el chico de los impresionantes ojos, se acercó hasta donde me hallaba, sacó algo que relucía como una estrella, lo dispuso en el suelo y, en un abrir y cerrar de ojos, se transformó en lo que parecía un portal. No daba crédito a lo que veía, era algo inverosímil, algo que hizo humedecer mis ojos: mi madre yacía inconsciente sobre un camastro, tan cerca y, a la vez, tan lejos...

LA IMAGINACIÓN
Por Laia (4º ESO)
La imaginación es el ejercicio de abstracción de la realidad actual, en el cual se da solución a necesidades, deseos o preferencias. Las soluciones pueden ser más o menos realistas, en función de lo razonable que sea lo imaginado. El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación, y muy diverso porque una misma imagen es percibida diferente por cada persona. Esta imagen me hace sentir unas sensaciones de inspiración, innovación, creatividad… pero sobretodo de imaginación. Cuando la miro me viene a la cabeza un recuerdo, para mi muy especial, una noche fui a un concierto con mi madre yo tenía unos pocos años menos, me lo pasé genial, aunque al principio pensaba que me iba a aburrir como una ostra, ya que mi madre empezó con uno de sus discursos, y ese discurso es precisamente lo que me recuerda esta imagen, me dijo que los sitios cerrados y en los que hay tanta gente son muy peligrosos, sobre todo si hay un incendio o algo parecido y mi imaginación trabajaba y trabajaba y veía precisamente lo que veo en esta imagen, gente corriendo que se cogía de la mano para no perderse, saltando unos encima de otros, y muchos colores que salían de algunas llamaradas y, más colores y colores. Aunque era una situación de peligro, mi mente disfrutaba y jugaba con esos colores.
Así podemos ver que la imaginación se caracteriza por la capacidad de la creación de imágenes con una forma nueva, es la representación de muchas ideas que se tienen en mente y que después se transforman en cosas materiales o en actos prácticos del hombre. Con todo lo que hacemos a través de la imaginación (dibujos, escritos, cuadros…) dejamos que las personas sientan sus propias sensaciones y dejamos que la gente interprete lo que cada uno piensa. Estoy segura que lo que yo pienso al ver esta imagen, sólo lo imagino yo, cada persona ve cosas diferentes. Así también, otro ejemplo, sería que en los cuadros de Picasso todo el mundo ve algo distinto.
Y a mí esta imagen me dice que aunque se nos presente un problema muy grande, si permanecemos juntos unos con otros podemos salir de él.

MIL Y UN SONETOS DE AMOR.
Por Desy  (4º ESO)
Fugazmente y a fuego lento,
lleno de hiel y mi corazón prieto;
perdida mi cordura, mi lamento,
¡Dios, inspírame en este soneto!

Sostuve mi mirada un momento,
por favor, silencia este secreto
aún te recuerdo, dulce sustento,
te lo revelo en este cuarteto.

Observando dos pétalos de rosa,
forma en la que llamo a tu bella boca,
todavía te recuerdo, mi hermosa.

Viniste a España, siendo carioca,
me acechaste; cuál salvaje osa,
aún anhelo esos pétalos, esa boca.


SINCERAMENTE
Por Terezia (4º ESO)
Tengo que hacer una redacción. Me han pedido que escriba qué es lo que me expresa esta imagen. Luego, evidentemente, mi escrito será evaluado.
Ahora mismo, no estoy nada inspirada. Esta imagen no me gusta. ¿Qué me aporta…?, ¿qué me dice…? No lo sé… He pensado en muchas cosas. Podría escribir varios textos parecidos, todos tratando de temas relacionados. De hecho, empecé un poema, pero lo borré. No me satisfacía.
Al ver la metáfora, se me han ocurrido muchas ideas, e incluso pensaba que iba a elaborar un texto perfecto hablando sobre la fuerza, la amistad, las emociones, el amor, la voluntad, el trabajo en equipo, el esfuerzo, el ánimo, la energía, la vida… Pero, no. No me complace. Para mí eso es solo para sacar nota. No me llena. Es demasiado típico. Y yo creo que soy más bien atípica. Así que si quiero escribir algo, quiero hacerlo bien.
La ilustración no me agrada. Sí, es bonita y alegre. Pero para mi gusto o mi forma de ser, no es motivadora. No para mi manera de comprender las cosas… la vida. Las sensaciones que transmite son demasiado coloridas, surrealistas (en ocasiones). La vida no siempre es así. ¿Por qué no somos capaces de ver más allá de lo tradicional, de apreciar otros pensamientos y sentimientos, y encontrar la belleza en eso también?
Esa es la verdad. ¿Y ahora qué hago?


EFÍMERO DESTINO
Por Lei (3º ESO)
A lo lejos se veía al chico, maldiciendo una vez más con movimientos a su pasajero destino... Se hallaba en el orfanato más conocido de la ciudad por las atrocidades que realizaban a los niños, era el mismo infierno traída a la tierra.
Con tan solo dos meses de edad, los padres del chico fueron arrebatados. Trabajaban para el mafioso más temido del mundo, una persona que incluso las autoridades temían pero, tras su caída y la de todos sus subordinados quedaron unos pocos niños, éste era uno de esos bendecidos por la vida pero maldecidos por su camino.
Le nombraban el callado, el tímido, el antisocial... “¿Cómo puede ser que este crío no hable con todo lo que está sufriendo?” Se preguntaban los monitores del lugar hasta descubrir que era una incapacidad. Durante el tiroteo que hubo, el pobre infante fue herido en los órganos vocales y aunque fue salvado milagrosamente por los cirujanos, no pudo volver a hablar.
Tras haberse cansado de golpear la pared repetidas veces y sollozar una y otra vez, el ya no tan pequeño chico decidió coger el último recuerdo de sus padres, una trompeta. Comenzó a tocarla mirando a la calle y el monitor, apenado, le preguntó si quería salir pese a que llovía a cántaros. El chico vaciló por un tiempo pero finalmente aceptó. Fueron a la plaza y se sentaron, el monitor, ya bastante viejo, escuchaba con alegría las obras que interpretaba el joven aunque fuesen tristes.
Al cabo de un tiempo, decidieron volver pero lo que nunca se esperó el anciano fue el suicidio del joven justo a la mañana siguiente.
ACOMPÁÑAME
Por Bea (3º ESO)
Llegó la noche, mi padre y yo llegamos al bar, apenas vacío, ocupándolo tan sólo el camarero y algunos comensales. Uno de ellos borracho. Nos subimos al escenario. Aunque había poca audiencia me puse nerviosa. Mi padre me miró y me sonrió. Empezamos a tocar cuando estuvo todo en silencio. Yo con mi trompeta y él con su saxofón, y había otro hombre que nos acompañaba con el piano. La melodía era envolvente, como siempre. Entonces, empezó a llegar gente al bar, sentándose sin hacer mucho ruido. El camarero, sorprendido se enderezó la corbata, ya que los comensales que llegaban parecían ser adinerados. Acabó todo con presteza, con el bar lleno aplaudiendo.
Sonreí y me retiré del pequeño escenario tan rápido como pude antes de que alguien pudiera notar mis mejillas ruborizarse. El borracho que se situaba al fondo de la sala empezó a gritar “¡OTRA!, ¡OTRA! ¡OTRA!” El camarero lo echó en seguida, ya que éste no se había dado cuenta de que estaba sobrio. Cuando el camarero volvió dijo que nos ofrecería estancia mientras tocáramos allí cada noche. Mi padre rechazó amablemente la propuesta, ya que a él le gustaba moverse por el mundo. Y consideraba que tocáramos un hobby. Yo pensaba que por fin podríamos establecernos en un lugar y casi intervengo. Pero qué podría hacer una niña como yo en aquéllas situaciones.

Simplemente confié en mi padre. Como lo había hecho siempre. Seguramente tendría algún motivo por el cual parecía que estuviésemos huyendo. Pero ya se lo preguntaría. Por ahora, confiaría.